10/11/11

Apuntes sobre lectura rápida

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Apuntes iniciales
Sobre la lectura rápida
Evaristo Hernández
noviembre 2010

1. Se puede diferenciar entre la forma tradicional de lectura y la forma rápida o moderna de lectura. La forma tradicional es la lectura comprensiva, línea por línea, incluso, se aconseja el uso constante del diccionario para inquirir sobre las palabras nuevas o incomprensibles, deteniéndose en cada línea o párrafo hasta entender a cabalidad su contenido.

Esta forma de lectura, aunque tiene la ventaja de ampliar los conocimientos, y en algunos casos, profundizarlos tiene la desventaja de la dilación en la terminación de la lectura de una obra, por un lado y por otro, la posibilidad real de perder el seguimiento de la esencia del planteamiento y su visualización de conjunto.

2. De algunos autores consultados que escriben sobre la lectura rápida extraemos el postulado básico de que la lectura debe ser una lectura de conjunto, es decir, forjarse primero una idea global de la obra que se lee y su contenido. Y en esto radica la rapidez de la lectura.

3. Para forjarse una visión de conjunto sobre una obra, nos parece necesario recordar las siguientes proposiciones:

3.1. Leer el índice de manera reflexiva, pero breve. El índice da un panorama de la temática de la obra y evoca en nuestros pensamientos los conocimientos previos sobre el tema.

3.2. Leer la introducción de la obra de manera reflexiva, pero breve también. La introducción proporciona una valoración con más detalle que el índice sobre el contenido de la obra. Usualmente los autores escriben la introducción cuando ya han concluido su obra y por ello, presentan un resumen del contenido y del contexto en que escribieron.

3.3. Leer, hojeando la obra, los títulos, subtítulos y apartados. Hacer lo posible por identificar las principales conceptos y clasificaciones de la obra, que normalmente se ponen en negrillas, enumerados, o en caracteres que los distinguen como las letras itálicas.

3.4. Leer utilizando el método visual totalizante. La forma en que desplazamos los ojos sobre lo que leemos, puede determinar nuestro ritmo de lectura.

Tradicionalmente, leemos línea por línea, despacio, detalladamente, evocando e indagando mentalmente y bibliográficamente sobre el contenido de palabras y frases.

La recomendación es la del posicionamiento global de los ojos en la página, como quien vé un paisaje destacando las propiedades que le interesan. Dependiendo de su formación, el lector destaca en la página los conceptos que le interesan. En la actualidad existen mecanismos de lectura electrónica que facilitan esta función, por ejemplo, en la lectura de un pdf, la función "buscar" posibilita detectar en una obra los conceptos en que el lector quiere fijar su atención.

3.5. Leer utilizando el método táctil. Simplemente se toca el libro y sus páginas con el dedo índice, preferiblemente o se indica con el cursor en la pantalla del ordenador. El ritmo de lectura lo determinan la velocidad con que se desplace el dedo o el cursor. Se trata de hacerlo rápidamente. Hay tres formas de desplazar el dedo o el cursor: vertical, horizontal y cruzada. En la primera, como su nombre lo dice, el dedo índice y el cursor se desplazan verticalmente, en el margen derecho o en el izquierdo. En la segunda el dedo o el cursor se desplazan línea por línea, con la mayor velocidad posible. En la tercera el dedo o el cursor se desplazan en forma de "equis" o de "zeta" siempre con la mayor velocidad posible.

El método de lectura rápida supone la repetición de todos estos pasos, combinándolos, hasta llegar a la comprensión detallada de lo que el lector pretende extraer la obra que estudia. La diferencia es que aborda la lectura de manera total o general para llegar a lo parcial y específico, en el menor tiempo posible.
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